Las sesiones de kinesiología pueden ser orientadas a un motivo de consulta específico, varios motivos, una revisión general, etc. Se recomienda ropa y calzado cómodos pues se pueden efectuar movilizaciones diversas y necesitar acceder a puntos reflejos en pies.
Hay que tener en cuenta que el cuerpo se expresa y que, por ejemplo, puedes venir a consulta por un dolor de rodilla y acabar viendo un problema de estrés y suprarrenales junto con una carencia de zinc y tratando unos problemas emocionales ya olvidados de la infancia. Es por ello que una de las máximas en kinesiología es «déjate sorprender».